Oye, ¿Tú crees que Rosie sea lesbiana?

Si me dieran un dólar por cada vez que me preguntan o insinúan eso, me compraría una pistola para aventar dólares.

La primera vez que tuve que escuchar esa pendejada pregunta fue a mis 8 años. Me llevaban a cortar el cabello en honguito porque era —y aún soy— la niña más despeinada del mundo, mis papás batallaban conmigo siempre, entonces así se liberaban de su eterna lucha. La verdad es que a mí me encantaba, sin calor, nudos, ni ligas en el cabello.

A mi mamá y sus amigas les gustaba juntarse en Carl’s Jr. los viernes porque así platicaban mientras la chamacada se entretenía en los juegos, hasta que crecimos y empezó a ser una tremenda agonía estar ahí desde las tres de la tarde hasta las diez de la noche, pero mientras fuimos niños, nos divertíamos mucho.

Morritos ARLos viernes me tocaba el uniforme café, A.K.A., falda de cuadritos con suéter y blusa blanca; así que ahí estaba yo, en los juegos de Carl’s Jr., cuando en medio de un pasillo de red me topé con un güerito que se me quedó mirando muy raro:

—Why are you wearing a skirt? You’re a boy!

Ah, cabr… ¿Qué? ¿Un niño? Y tardé un poco en traducir esas palabras en mi cerebrito, pero ya había tomado las lecciones sobre los nombres de la ropa y de las personas, así que le entendí.

—No, I am a girl.

—Na-ah! You’re a boy, your hair is short.

—NO! I AM A GIRL.

—Nah, you’re a boy, see ya’!

Y se fue, el pinche gringo muy cabroncito. Ah, ¡Cómo me dio coraje! Y peor aún porque me quedé parada ahí, como no sabiendo si tenía que hacer algo en ese momento, me movió el tapete. Y el recuerdo termina ahí.

Seguía pasando el tiempo, con figuritas de los Caballeros del Zodiaco en vez de Barbies, Rammstein en lugar de Rebelde, morrales en vez de bolsas… Y llegué a la adolescencia sin el mínimo interés de maquillarme o depilar mis cejas, cosa que se convertía en un fastidio al momento de ir donde la estilista, que siempre proponía: Oye, ¿No te gustaría que te sacara la ceja? Tienes mucha, ¡Te podría quedar como quieras! NO, doña, gracias.

Familia ARY también ese periodo en el que me reusaba rotundamente a usar faldas fuera del uniforme, o cuando comenzaba a salir y no llevaba tacones… Pero la mejor maña de todas ha sido llevar el cabello de niño.

Comenzó a mis 15 cuando una idiota en el D.F. me trasquiló en lugar de cortar solo las puntas. Y me di cuenta que el cabello se secaba más rápido, no me daba calor, no tenía siquiera que peinarlo, además se veía lindo con listones; pero provocaba que la gente me preguntara si era lesbiana.

Incluso, tenía un novio que cada vez que iba a que me cortaran la greña, él se hacía un corte más pequeño, para que se notara quién era el hombre. Y sé que muchos de ustedes lo harían también.

Pixie haircutPero, ¡Qué va! Comencé después a usar mi cabello largo y pintarme la boca con lipsticks, pero de todas formas he recibido etiquetas como lesbiana, machorra, tortillera, lela, pero mi favorita, sin duda es tomboy. Me lo han dicho bastantes personas, incluso aquí en Santiago. ¿Soy algo varonil? Bueno, tal vez, pero eso me tiene sin cuidado, al menos tengo mis pensamientos bien acomodados.

Pero, shiquitos, les recuerdo que si me vine a Chile es porque me gusta, no se confundan 😉

2 comentarios en “Oye, ¿Tú crees que Rosie sea lesbiana?

  1. Jajajjajaa nice! Me encanto la frase con la que cerraste. Yo lo unico que he pensado de ti es que eres inteligente, demasiadooo, nunca siquiera me he puesto a pensar en nada mas y menos en cosas privadas de aada quien, porque digo yo, que nos importa. Solo debemos interesarnos en ser personas de bien y con educación. Saludos y que estes super bien!

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